Viña Antiyal: pioneros de la biodinámica y viñedos orgánicos

Marina Ashton y Álvaro Espinoza, impulsores de esta viña, decidieron comenzar con Antiyal, después de los estudios realizados por él en Francia, país en el que pudieron conocer pequeñas bodegas, así como garajes (viñas de casa) y donde él cursó sus estudios de Enología. Con estas experiencias vividas, volvieron a Chile, y después de algunos años de trabajo y de juntar ahorros, adquirieron en el año 1996 una hectárea en el camino Padre Hurtado.

Ese mismo año, plantaron la viña con la idea de enseñarles a sus hijos a hacer vinos en familia, y pasarlo bien en casa. Así partió su historia, traspasando conocimientos de agricultura orgánica y el mundo vitivinícola a su clan.

La primera cosecha la realizaron en el año 1998, cuando fabricaron 3 mil botellas de la marca Antiyal, una mezcla que se mantiene hasta el día de hoy.

Desde ahí en adelante, han seguido trabajando junto a sus 3 hijos que colaboraban constantemente en las vendimias, labor que aún realizan, cooperando así en el desarrollo de esta bodega painina y producto familiar.

Actualmente Viña Antiyal cuenta con 20 hectáreas, 10 de ellas destinadas a la producción de viña orgánica y biodinámica certificadas. El resto, es un sotobosque para mantener la biodiversidad y también una hectárea de almendras orgánicas.

Hoy la viña cuente con 6 tipos de vino:
Comenzando con la línea “Pura Fé” que cuenta con la variedad de: Cabernet, Carmenere y Garnacha – Syrah, como un punto de entrada. Luego encontramos «Kuyen» (luna en Mapuche), mezcla de Syrah, Cabernet, Carmenere y un poco de Petit Verdot. También se suma el vino con el que se iniciaron, llamado “Antiyal” (Hijos del Sol) que es una mezcla de Carmenere, Cabernet y Syrah. Y finalmente, hace unos años atrás, lanzaron una marca 100% Carmenere llamada “Carmenere Viñedo Escorial” en honor al lugar de donde viene este vino y que se produce en el cuartel número 7. De este último, se embotellan alrededor de 2 mil unidades, sin pasar por barricas, sino que solamente en “cuva huevo” (cemento) que lo convierte en un producto muy frutal, sin notas de madera.

En cuanto a la producción de espumantes, cuentan con un producto realizado con amigos en una viña orgánica (porque no cultivan uvas blancas) llamado “Medianoche”, muy rico y simpático, ideal para empezar un aperitivo, una comida o para cuando los visitan los clientes en la viña.
Sus productos son comercializados en Chile, en tiendas especializadas, en la misma bodega – con precios especiales para la comunidad – y también, a través de una distribuidora que se encarga de llevarlos a todo el territorio nacional y de exportarlos a Francia, Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Suecia y China, entre otros países.

Marina nos cuenta: “La viña se ha levantado con harto esfuerzo, capital y trabajo, lo cual no ha sido fácil. Actualmente estamos realizando dos vendimias: la del año 2021, la del año 2020 y en algunos vinos estamos empezando el 2019.”

“El sello que nos caracteriza es “producir los mejores vinos posibles”, donde la calidad sea la más alta, y por eso, decidimos certificarnos, para que en el caso de lo biodinámico, los vinos te entreguen un aporte biológico importante, demostrado que nuestra tierra está viva y eso queda demostrado en nuestros vinos. Finalmente, Antiyal es una mezcla de calidad y sustentabilidad”, destacó Marina.

Conoce más de esta interesante viña:

Página Web: https://www.antiyal.com/

Instagram: https://www.instagram.com/antiyalwines/

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